martes, 21 de enero de 2014

Indonesia parte III: Bali




13 Septiembre    Llegada a Ubud

Lo primero que vi al llegar a Bali, fueron las ofrendas y a Ganesha dándonos la bienvenida.

Para llegar del aeropuerto a Ubud, lo hicimos en taxi, intentamos buscar bemos, o furgonetas, o algo que nos saliera más económico, pero no encontramos nada. Así que pactamos el precio de 200.000 IDR con un taxista.
 El camino se hizo un poco pesado, en parte por el tráfico, en parte por la tos que tenía Raúl y en parte por las ganas que tenía yo de llegar al corazón de Bali.
Al llegar a nuestra villa Tri Sandhiya, la impresión fue muy buena. Esa misma noche Sharon nos pidió unas pizzas y las cenamos allí mismo, estábamos tan cansados.


14  Septiembre   Conociendo Ubud


Nuestra villa estaba en la zona de Kedewatan a una media hora caminando de ubud, y allí que nos fuimos.
Por el paseo vimos las galerías de arte, las tallas de piedra y las omnipresentes ofrendas.


A auténtico Ubud, no le gana nada, y prueba de ello es la cantidad de ceremonias que nos encontramos.


En cada rincón estas puertas llamadas Candi Bentar, separan lo mundano de lo sagrado.




Ubud es muy pequeño, así que enseguida nos topamos con el Monkey Forest y todos los monos en la puerta, pagamos la entrada y para adentro.
Los monos que se encuentran aquí son sagrados y saben latín.
El sitio es una preciosidad, con las lianas, pequeñas cascadas y monos por todas partes. Eso sí, no se te ocurra sentarte a descansar un momento, si no quieres que se te suban encima 5 monos!




Después de comer en el primer warung de la Monkey forest, por cierto, aquí se como muy bien y hay unos zumos naturales, riquísimos. Nos fuimos a dar un masaje en los pies, que ya nos lo merecíamos! El sitio se llama  Tulasi Dewi y no lo recomendamos, estaba sucio y las toallas olían fatal, hasta después me salieron unas ronchas... No fue más que una anécdota para reírnos, pero no vayáis.
Después nos hicimos la fish pedicure, para que los pobres pececillos se llevaran la porquería que llevábamos.
Nos compramos unos sarongs en el mercado 30.000 IDR para las visitas a los templos de estos días.
Volvimos a casa ya que Raúl no se encontraba bien, lleva días con una tos horrorosa y el día en Ubud le había agotado, así que el se fue a dormir untado en bálsamo del tigre que habíamos comprado en Singapur, y yo me comí las sobras de la pizza de ayer.
Se me ocurrió pedirle a Made una moto para mañana y así empezar con las visitas en los alrededores de Ubud.


15    Septiembre     En moto por los alrededores de Ubud  

Conducir una moto en Ubud, es obligatorio; es barato, fácil, cómodo y te da una libertad inigualable.
Cuando nos levantamos, ya estaba la que sería nuestra moto aparcada en la puerta de la villa, así que ansiosos por descubrir mas de Bali nos enfundamos los cascos y fuimos dirección Bedulú a la Goa Gaha, la cueva del elefante. Un templo construido en el S.IX, que usaban para meditar. La entrada cuesta 15.000 IDR. 2pax
Un elefante ( si, a mi tampoco me lo parece) tallado en la piedra y con expresivos ojos nos invita a pasar a través de su boca, al interior de la cueva.


Rodeado por dos piscinas y mucha vegetación, nos encontramos este árbol de gigantes raíces.



La siguiente visita, muy cerca del anterior fue el Gnung Kawi, o las tumbas reales, uno de los templos que más me gustaron ,y no sólo por su enclave, entre bancadas de arroz y a los pies de un río, sino por que entre semejante paraje, no sabes cuando te vas encontrar las tumbas y se hace fascinante.
La entrada cuesta 15.000 IDR y el parking 2.000IDR. 2pax






 Consta de 10 nichos, o tumbas que pertenecen a la familia real y a las concubinas del rey.


Se dio la casualidad de que en el templo, se estaba preparando una ceremonia, por lo que numerosas y coloridas ofrendas adornaban cada rincón, con el olor a incienso y ese ir y venir de gente engalanada, con arroz pegado en la frente que hicieron el momento único y que no quisiera marcharme de allí.





Si. Esto es Bali, y sus tradiciones. Es de lo que habla la gente cuando habla de ceremonias a cada paso y lo estábamos sintiendo en todos los poros de nuestra piel.



 La siguiente parada fue el Tirta Empul, para este templo no tengo palabras, cientos de balineses acuden cada día  a estas piscinas de agua sagrada, para purificarse. La entrada cuesta 15.000 IDR. 2pax.

Como en todos los templos de Bali, se siente una devoción tremenda, esto hay que vivirlo. Hacen fila para ir pasando por debajo de los diferentes chorros, dejando sus ofrendas y dando gracias. Es increíble lo que esta gente puede llegar a dar gracias, para ellos es muy importante, y algo de lo que nosotros nos olvidamos a menudo.



En cada rincón de este templo se siente algo muy especial, sólo hay que fijarse en los gestos. Los turistas también se pueden bañar en las piscinas, nosotros no nos atrevimos pero debe ser una experiencia brutal, por que, si se vive desde fuera, no quiero pensar lo que se siente ahí debajo.


De camino a los arrozales de Tegallagan, paramos a comer en Campung Café, un restaurante precioso, con vistas a los arrozales y dónde nos tomamos una sopa calentita, por que el día estaba nublado y fresco, más pollo frito, más gado-gado, con unas cocas colas y un crep de banana por 220.000 IDR.

La siguiente visita fueron los arrozales de Tegallagan, la entrada cuesta 5.000 IDR  y aunque estas bancadas de arroz, en septiembre no se encuentran en su máximo esplendor, se ven muy bonitas.
El verde es una pasada, puedes bajar y pasear tranquilamente por los arrozales, o verlos desde los diferentes miradores.




De vuelta a Ubud paramos en el  mercado, queríamos comprar las entradas para la danza Keckak, que se representa los lunes y miércoles a las 19:30h. en el Open Stage Pura Dalem Ubud.

Las entradas se pueden comprar en el mismo templo, en la oficina de turismo frente al mercado, o a las diferentes personas que os las ofrezcan por la calle, su precio; 80.000 IDR y es una de las cosas que no hay que perderse en Ubud!


Tras un breve descanso en la villa, nos fuimos impacientes en nuestra moto, a ver la danza, no sabíamos si habría un lugar acondicionado bajo cubierto.

Nos dijeron que se hacía al aire libre, así que dispuestos a mojarnos un poco, cogimos asiento en primera fila.

Tras encender un fuego, unos cien  hombres con las manos en alto, aparecieron  y empezaron a cantar al unísono "CHAK-CHAKA-CHAK".


Increíble que sólo con sus voces se cree un espectáculo tan hipnótico y envolvente. 



La demás puesta en escena es un episodio de la épica del Ramanaya,  La muerte de Kumbakarna, representado por una bailarina y los que pelean por ella, hasta que uno de los dos muere. Los movimientos y la agilidad con la que se mueven son impresionantes, una mezcla entre saltos y baile sin apenas tocar el suelo.


Por no hablar de la expresión, los trajes y los maquillajes. 




Al final del espectáculo, viene una gran sorpresa, cuando un hombre que simboliza un caballo, entra en trance y baila sobre los cocos en brasas, quemándose los pies.


Hoy ha sido un día intenso, en el que hemos podido vivir de cerca las costumbres y tradiciones Balinesas, que no nos han defraudado.
Así que solo nos queda regalarnos una buena cena en algún restaurante romántico. Y de eso en Ubud saben mucho.

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11 comentarios:

  1. Muy buena entrada,
    Comparto contigo lo que uno siente en el Templo Tirta Empul, es muy difícil de explicar.
    El espectáculo por la noche también tuvo que estar de lujo, nosotros vimos un espectáculo en el Café Lotus. Nos encanto !!!
    Bueno un abrazo desde Las Palmas

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    1. Hola chicos,
      La verdad que es espectacular, lo que se vive en los templos es único e indescriptible.
      Al café Lotus no llegamos a ir, pero tenía muy buena pinta!
      Un abrazo

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  2. Me encantan los paisajes que forman los bancales de arroz, me quedé con las ganas de visitarlos en China, así que no me los pienso perder el día que viaje a Indonesia, día que sé que llegará y espero que sea más pronto que tarde. Por cierto, no pensaba que me hubiera perdido tantas entradas tuyas, no se por qué no me entero de tus actualizaciones, intentaré investigarlo... De mientras: maratón de posts!! jejeje

    Un abrazo!

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    1. Hola Anna,
      Gracias por leerme! :)
      El paisaje de las terrazas de arroz es muy bonito, precisamente si vas en moto,puedes parar donde más te guste, verás que están por todas partes!
      Y que Indonesia sea tu próximo viaje!!!
      Abrazote

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    2. Hola Anna,
      Gracias por leerme :)
      Los paisajes que forman las terrazas de arroz, son preciosos. Puedes verlos por toda la isla. Nosotros no los vimos en todo su esplendor pero aun así eran bonitos.
      Que Indonesia sea tu próximo viaje!!!
      Si quieres recibir las actualizaciones, puedes suscribirte,
      Un Abrazo

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  3. Definitivamente, una jornada intensa, pero interesante y emocionante!! :-)

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    1. Así fue, Mauxi como todo Indonesia, emocionantisímo! Gracias por comentar.
      Saludotes!

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  4. Cuantas cosas para interiorizar! Un relato genial con mucha info y con el que dan muchas ganas de vivirlo en primera persona.

    Un saludo!!

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    1. Gracias chicos!
      Desde luego habéis captado la idea. Bali es así, a cada paso una reflexión.
      Saludos!

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  5. Me encantó el relato de la jornada, otro de mis lugares pendientes con muchas ganas de visitar. ¡Qué gusto ver tantas fotos y la experiencia vivida allí! Saludos

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    1. Alejandro, al final nos vamos a tener que pedir mas vidas para cumplir esa lista! ;)
      Gracias por tu comentario,
      Saludos

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