martes, 4 de noviembre de 2014

SUDÁFRICA VOL.2 EN TIERRA DEL KRUGER



DIA  3  

Se puede decir que ya había pasado mi primera noche en África, una noche en la que mi insomnio estuvo acompañado por el sonido de un millón de animales.

Tuve que ir varias veces al baño en mitad de la noche. Ir al baño me hacía sentir una aventurera. Yo ahí, con todos esos sonidos, acompañada por mi linterna en la noche del Kruger. Sentía el espíritu de campamento en todos los poros de mi piel.
Os recomiendo que reservéis los hut sin baño, además de mas baratos, las instalaciones son muy limpias y grandes, y la sensación de ir mirando por donde pisas (Importante zapatilla cerrada, recordemos que es territorio de mamba negra, entre otras.) es de incomparable aventura. 

La noche pasó entre mis nervios y mis visitas al baño. Amaneció y desayunamos en la terraza del hut, todos tienen nevera, mesa, sillas y barbacoa. 

En todos los campamentos hay tienda, de 9:00 a 19:00h. La noche anterior habíamos comprado yogures, batidos y muffins para desayunar. Desayunamos muy rápido, teníamos ganas de ir a ver el mirador sobre el río Sabbie. 

Anoche en la oscuridad no intuíamos esto. Empezamos a ver impalas correteando debajo nuestro. ¡Hora de salir!




En el Kruger existen dos tipos de carreteras, de tierra y asfaltadas. Hoy decidimos ir hacia el sur del parque por una de tierra, la S28. Por el camino las ya habituales impalas, cebras y jirafas. Y las postales de paisajes de África.





Las indicaciones nos llevaron a un mirador, Ntandanyathi. En Kruger está terminantemente prohibido bajar del coche, salvo en estos lugares, en los que lo puedes hacer at your risk, frase que se repite por todo Sudáfrica.

Justo en ese momento merodeaba por allí un elefante solitario. Es increíble estar tan cerca de un animal salvaje, pisando el mismo suelo que él.
Reconozco que me dio un poco de miedo y me metí rápido al mirador, no sin antes inmortalizar el momento.




Y creo que a mi amigo no le gustan las fotos, porque mirad como abre las orejitas.





En el mirador, que está sobre un río, vimos un montón de aves, entre ellas el famoso horbnill antes de que una manada de elefantes se acercara lentamente a beber agua. Verlos avanzar a su ritmo, pausado pero con potencia, en perfecta formación y protegiendo a los mas pequeños, hizo que éste fuera uno de los momentos mas mágicos del día.





Después, y muy cerca del coche nos esperaba un wildebeest, cuya carne es muy popular por estos lares.




Nos dirigimos a Cocodrile Bridge , para comer allí. Continuamos por la carretera sin asfaltar y pendientes de todo lo que ocurre fuera de nuestro coche. La emoción del Kruger es esa, nunca sabes cuando va aparecer ante ti el ritmo de la vida.
Jirafas, cebras y paisaje desolador. Todo nuevo para nosotros.







Comimos en Cocodrile Bridge, en este campamento hay tienda y merenderos. Compramos unos bocadillos, zumos y fruta. Compartimos la comida con unos facóceros. No, no les dimos de comer pero andaban por allí dentro del campamento.

Como los avistamientos por la carretera sin asfalto no habían sido muy productivos, decidimos ir hacia Skukuza por la H3 y de allí volver a Lower Sabie.
Este camino también fue poco productivo, salvo por algún mirador en el que poder estirar las piernas.
Cuando digo que no hubo muchos avistamientos, me refiero a que no vimos animales nuevos. Elefantes, cebras, jirafas y miles de impalas hay por todas partes.





La carretera de Skukuza a Lower Sabie, ah, eso ya es otra cosa. Parecía que todos los animales del parque estaban alrededor de esa carretera, de hecho fue en la que mas animales vimos en toda la estancia. 
Discurre paralela al rio Sabie y hay montones de animales que van a beber.

Otra vez encontramos rinocerontes, que por cierto son bastantes curiosos, y mas si llevas ropa de colores, se quedan mirando cual abuelita de pueblo, como diciendo, ¿Y esta quién es?




Ensimismados con los babuinos estábamos, cuando un coche nos paró para decirnos que a unos dos kilómetros había un leopardo en un árbol ¡Toma, antes de acabar el día veríamos a nuestro cuarto fig five!
En el parque hay mucha camaradería y muchas veces te paran para informarte si hay algo interesante mas adelante, así que a partir de ahora, nosotros haríamos lo mismo.

Teniámos que ir a ver ese leopardo pero ahora mismo estábamos rodeados de babuinos, y tampoco quería romper la magia entre esta preciosidad y yo. ¿A que me hacía ojitos? 




Teníamos miedo de no encontrar al leopardo o de pasar de largo. De repente vimos un montón de coches parados, allí estaba, no había duda.
Tardamos un rato en localizarlo, la naturaleza es sabia y estaba totalmente camuflado.
 Exaltación total cuando lo vimos, tan grande y no lo habíamos visto. Creo que nos pusimos gritar ¡Leopard! es un animal muy guapo y elegante y antes de irnos, se quedó dormido en su rama. 
Nos teníamos que ir porque iba a ponerse el sol y no sabíamos cuanto quedaba para el campamento, aunque aquello bien merecía la multa por llegar tarde.





Al irnos y mirando también el espectáculo, estaba este mono tan "mono". Es un vervet y por el Kruger están por todas partes, hasta dentro de los campamentos y cuidado porque son adictos al azúcar y al mas mínimo descuido te roban el desayuno.





Íbamos a toda leche al campamento, pero un minuto, no me pierdo un atardecer en África, de ninguna manera.
Son eternos, mágicos y preciosos. Atardeceres que se sienten. Hakuna Matata.


Ya en el camp fuimos directos a la tienda. Queríamos inmiscuirnos bien en las costumbres sudafricanas y una de ellas es hacer barbacoa. En la tienda compramos una bolsa grande de carbón y pastillas de encendido, con eso tendríamos para todos los días. Compramos también carne de ternera y mazorcas de maíz.

Recomiendo totalmente hacer la barbacoa, es una manera de alargar un poco el tiempo, pues las noches son largas en el Kruger, desde las 18:30 que cierran las puertas y, es una forma de entretenerse mientras tanto.
Nosotros llevamos desde casa platos y cubiertos de plástico, pero en las tiendas encontraréis de todo. Está muy bien preparado.

Encendimos el fuego mientras nos dábamos una ducha y disfrutamos de la noche, una cervecita y nuestra primera barbacoa.




El día siguiente de este viaje continúa aquí.

18 comentarios:

  1. con lo de la mamba negra me has convencido para levantarme por la noche si... xD anda que...jajaja
    que pasada de avistamientos!! envidia te tengo ahora mismo ^_^
    un abrazo!

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    1. Puedes ir tranquila Verónica, no vimos ni una serpiente, alguna araña que otra, sí.

      Es que es una pasada, apunta para futuros destinos!

      Un abrazote!

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  2. Vale, Iciar, ahora mismo me estoy retorciendo malamente con una envidia insana que asdakgdfsdlkhsdfa... ¡Pero a mi no me recomiendes lo del hut sin baño si hay bichillos! Bastante tendría que superar mis fobias por el día como para también que me pidas "aventura" por la noche :-O

    Jo, es increíble que hayas podido estar tan cerca de todos estos "animales de documental" como yo digo. Qué maravilla. Los elefantes son lo más tierno del mundo, increíble que hayas podido verlos en manada. Aunque es verdad que el de la foto no parecía muy contento con vuestra presencia, no :-P Y las jirafas, qué ganas tengo de verlas en su hábitat... quedan ya tan poquitas :-(

    ¡Abrazote!

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  3. Hola Eva!
    Que no! Que mola mucho ir al baño de noche, de verdad! Además. ...no es por desanimar pero bichos hay por todos lados....

    Pues los elefantes me imponían un poco ¡Son enormes, y nada cariñosos!
    Jirafas te cansas de ver (bueno no) pero allí hay tantas que es como ¿Qué hay allí? Nada, otra jirafa ¿?

    Tienes que ir, es un viaje precioso y muy diferente, estar tan en contacto con la naturaleza te devuelve muchas cosas.

    Yo si que muero de envidia con tus auroras. Ahhhhh no sabes cuanto deseo poder ver alguna.

    Gracias por leerme,
    Un abrazote!

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  4. Yo también recuerdo el encuentro con el leopardo como uno de los momentos más emocionantes de nuestros viajes. Fue en el Serengueti. Kruger y Sudáfrica está pendiente!
    Un beso Iciar!

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    1. Fue muy emocionante, pero nada comparable a cuando vimos a la pareja de leones, que ya pensamos que nos veníamos sin verlos.
      El Serengueti debe ser más impresionante en cuanto paisaje, pero lo de ir a tu ritmo en el coche, nos encantó.
      Me cuesta creer que tengas esto pendiente!
      Un besote!

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  5. Ai, qué envidia de viaje, quiero copiártelo!
    Sabías que para diferenciar al elefante africano del asiático hay que fijarse en las orejas? Igual por eso te las enseñaba: "Mira, soy un elefante africano!". La diferencia está en que las orejas del africano tienen forma del mapa de África :)
    Un beso!

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    1. Pues copia, copia ;)
      Ajajajaja, sí, ya lo había leído por ahí, pero tengo que comprobar lo del asiático. Este nos la enseño pero bien, me dio miedito.
      Gracias por comentar.
      Un abrazo!

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  6. De todo este recorrido, la parte que más me dejo fascinada fue la del elefante, nunca vi uno "salvaje", siempre los domesticados, y por alguna cosa que no sé estos animales siempre me inspiraron mucho respeto. Ufff, tener uno tan cerca, buenísima experiencia!!

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    1. Sí Fernanda, a mi también me impresionó mucho es una animal tan potente. Muy bonito pero también tienen mala leche, hay que tener cuidado con ellos, te lo advierten mucho.
      Gracias por comentar.
      Saludos!

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  7. Ohhhhhhhhh que ojitos del mono que lindooooo... y el elefante que bonitooo, todos los animalitos super lindos ^^

    Uy por lo de ir al ba~o creo que sufriria XD hahahaha es que cada rato me dan ganas de hacer pis....

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    1. Gracias Olga.
      Jejeje hay que armarse de valor, no lo voy a negar. Pero es de esas cosas que a la vez que asustan, gustan.

      Ainssss es que ese día me hacían ojitos los animales ;)

      Gracias por pasar.

      Abrazotes!

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  8. Madre mía, es alucinante!! Ojalá algún día tengamos la suerte de ir, Sudáfrica debe de ser un país maravilloso...

    Saludos!

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    1. Lo es. Muy diferente a todo lo que había visto ¡Y me encantó!
      Hay que conocer el mundo entero, chicos!
      Saludos!

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  9. Que maravilla de viaje, me ha gustado mucho tu relato, cercano y a la vez crea tensión viendo ese enorme elefante tan cerca. este viaje es un privilegio, sentirte tan cerca de la vida salvaje. Espero algún día poder regalar semejante experiencia a mi hijo. Enhorabuena por tu aventura y sigo tus pasos. Pedro VQ

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    1. Gracias por tus palabras, Pedro.
      Desde luego el mejor regalo que le puedes hacer a tu hijo, es viajar.
      En estos sitios en los que se siente tanto la vida, uno se da cuenta de los verdaderos valores. Por ejemplo; nosotros no volveremos a ir a un zoo.

      Me alegra que te guste, nos vemos por aquí.

      Un saludo!

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  10. Que maravilla Sudafrica y el parque Kruger (por cierto, el nombre corresponde a uno de los grandes cazadores del siglo XIX).
    Leyendo este relato me he sentido en plena sabana, en la casa de los animales salvajes que has fotografiado y que tan cerquita has visto. Debe ser impresionante ver a un elefante africano con las orejas desplegadas, amenazador...uffff

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    1. Gracias por tu comentario, me alegra que te hayas sentido allí.
      Es impresioante todo, los animales, la luz, el atardecer, los sonidos....
      ¡Una maravilla!

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