21 SEPTIEMBRE ESTO SE ACABA
Nuestra última noche en Indonesia estuvo acompañada por el canto de un animal desconocido, que no cesó en toda la noche.
Tras pasear los últimas horas por Kuta y comprar un par de vestidos por 3€, cogimos un taxi al aeropuerto. Volábamos con Air Asia de nuevo, rumbo a Singapur.
Llegamos al moderno aeropuerto de Singapur, y en MRT hasta Kallang, dónde teníamos reservado el hotel Fragance Emerald, un antro cualquiera, en el "animado" barrio de Geylang.
Esta zona en el sureste de Singapur es la mas barata para alojarse, a cambio de compartir el barrio con gente de dudosa actividad que gasta el tiempo en la calle. A pesar de eso no se respira ningún tipo de peligro, como en el resto de Singapur.
Paseamos por el barrio hasta bien entrada la noche y decidimos que era mejor descansar, y así mañana pegar el sprint final al viaje.
22 SEPTIEMBRE 24 HORAS A GOLPE DE F1
El día empieza en la estación de MRT de Kallang, donde después de hacernos con unos cafés take away, empezamos el recorrido por los barrios étnicos de Singapur.
En el metro está prohibido comer y beber, por lo que siempre que compras te lo preparan en cómodas bolsitas como estas.
La primera parada es Little India en la línea morada.
Nada mas salir a la calle, el ambiente y los colores de los puestos callejeros ya me llamaron la atención. Había mucha vida en esas calles.
En una ciudad ejemplar, en la que todo está prohibido (comer chicle, escupir, etc...) uno no espera encontrarse con estos estallidos de color.
Colores en Little India |
Caminamos por Serangoon Road, la calle principal del barrio, que lucía muy decorada para celebrar algún festival, por lo visto se celebran muchos durante todo el año.
La Serangoon Road engalanada |
A partir de aquí nos fuimos desviando por dónde nos llevaron nuestros pasos, lo mejor que se puede hacer para descubrir la vida diaria de la comunidad india. Y así nos transportamos a ese gran país que aún se nos resiste.
Miré como elegían las telas para los saris, miré como las tiendas exponían pulseras, collares y demás abalorios. Miré como los zapatos se amontonaban a la puerta de los templos...
Tienda de telas |
El templo mas importante es el Sri Veeramakaliamman, dónde se puede contemplar las estatuas de su gopuram (torre). Tanto fue así, que cuando nos quisimos dar cuenta había cerrado, ya que se puede visitar el interior, pero cierra de 12:30 a 16:00h. Se aconseja llevar un pañuelo o pashmina para cubrirse los hombros.
Templo |
Si se tiene tiempo y ganas de comprar, un recomendado es el Mustafá Centre, en Syed Alwi Road. Unos grandes almacenes abiertos 24 horas.
Con una sensación tan rara, como haber visitado un pedacito de India en Singapur, caminamos hasta Chinatown con un calor abrasador.
Farolillos en Chinatown |
Enseguida nos encontramos tiendas, mercados y centros comerciales. Calles adornadas con farolillos y mis preferidas, las tiendas de medicina tradicional Singapurense. ¡Me encantan!
Farmacéutico |
No se si sabéis que el bálsamo del tigre, por ejemplo, es made in Singapur. Es un buen momento para surtirse de este ungüento milagroso, a buen precio.
En este tipo de tiendas se pueden encontrar cosas muy curiosas, como un aceite que compré por menos de 0,50€ para aliviar la pesadez y presión en los vuelos. Hay que aplicar unas gotitas en la sien, muñecas y detrás de las orejas, durante el vuelo y la verdad es que reanima bastante. ¡Menos mal que compré varios!
Aprovechamos para comer en un Mc Donalds la especialidad de la zona un Mc Samurai. Dios mío estaba buenísima.
La calle más comercial de Chinatown |
En Chinatown, también se trata de pasear por las diferentes calles. Nosotros empezamos por la bulliciosa Pagoda Street y nos perdimos por las calles adyacentes, en las que los puestos de comida suenan a golpe de palillo y las tiendas exponen todo tipo de baratijas en las aceras. Nosotros compramos una hucha muy graciosa con forma de maleta, que os podéis imaginar para lo que usamos. ¡Ahí es dónde nuestros viajes van tomando forma!
Tiendas, puestos y más tiendas |
Vi a un señor que estaba vendiendo helados al corte, y no perdí la ocasión de probar el helado de durián. No me terminó de convencer.
Helado de durián |
Farolillos decorados por estudiantes |
El paseo continuaba y las calles se iban llenando de gente cada vez más.
Nuestros pasos nos llevaron a la puerta del templo budista de Chinatown, el Buddha Tooth Relic Temple en South Bridge Road. El horario es de 7:00 a 19:00 y la entrada es gratuita. Hay que cubrirse piernas y brazos para entrar, si no llevas nada allí te prestan una pashmina.
Templo de la reliquia del diente de Buda |
Este templo es el mas famoso del barrio, se dice que alberga en su interior un diente de Buda, considerada una reliquia sagrada y que, según la leyenda, cuando Buda fue incinerado, una discípula encontró el diente y lo entregó al rey para ser venerado. Aquel que poseía el diente, tenía el derecho a gobernar, lo cual desencadenó varias guerras y el diente pasó por varios dueños, los cuales terminaban por convertirse al budismo.
Se dice que hay en el mundo 4 dientes, guardados en diferentes puntos; Sri Lanka, Mongolia, China y este de Singapur que los budistas de la ciudad llevan venerando mas de 200 años.
La reliquia la enseñan dos veces al día.
A pesar de ser de reciente construcción, se ha tratado de mantener el estilo tradicional.
Tuvimos la suerte de que en ese momento se celebraba una ceremonia, que miramos ensimismados.
Por lo visto se celebran ceremonias y rituales a diario.
Incienso quemándose a las puertas del templo |
Monjes en plena ceremonia |
Rueda de oración |
Consta de varias plantas que representan un mandala, entre las que se encuentra un museo sobre cultura budista, y una terraza con un jardín de orquídeas, tan típicas en Singapur.
Estuvimos un buen rato sentados en la terraza, allí había una paz increíble, muy tranquilos y disfrutando las últimas horas del viaje.
Antes de irnos sentí la necesidad de hacer el ritual budista, no tengo ni idea de lo que significa, pero allí me planté y, aunque fueron unos momentos en los que no pensé en nada, me sentí genial.
Dice Buda que son tres cosas las que no se pueden ocultar; el sol, la luna y la verdad. Pues la verdad que a día de hoy la religión con la que más simpatizo, es el budismo.
Yo y esos momentos.... |
Nos despedimos de Chinatown y fuimos al hotel, no sin antes pasar por Clarque Quay y sus casitas coloniales con ventanas de colores.
Singapur es una ciudad modelo, y no solo por la limpieza y orden en sus calles, sino también como ejemplo de que diferentes culturas son capaces de convivir y respetarse. Como decimos en España: ¡OLÉ!
Durante todo el día habíamos estado escuchando el sonido de los coches de formula 1, y a estas horas todo el mundo se dirigía a ver los entrenamientos. La calles estaban cortadas al tráfico y se podía caminar libremente por ellas. Un montón de gente de todas partes del mundo que hacían que la ciudad tuviera un ambiente muy deportivo y nos contagiara de ello.
Locura con la fórmula 1 |
Recogimos las mochilas y nos fuimos a despedir Singapur, a la zona de Marina, donde todas las noches hay un espectáculo, con hologramas. Algo que nunca habíamos visto.
Espectáculo en la Marina |
Había muchísimo ambiente, y el sonido de la formula 1 se escuchaba ahora multiplicado por 10.
Teníamos fichado un lugar para poder ver la F1, al final de la galería comercial del Marina Bay Sands hay unas escaleras mecánicas que acceden a una plataforma superior, desde donde se veían perfectamente los entrenamientos ¡Y gratis!
Aquí tenéis a todos los chicos que descubrieron esto.Viendo los entrenamientos, gratis |
En MRT fuimos al aeropuerto, y tuvimos tiempo sufuciente para darnos una ducha de lujo en el mismo aeropuerto, nos costó 8€ pero nos supo a gloria después de nuestro sprint final en Singapur, ya que habíamos pasado mucho calor durante el día. Las instalaciones son geniales y sin duda es la mejor ducha de todo el viaje. Toallas,gel, champú, acondicionador y body milk incluído en el precio y zona con secadores para peinarse uno mismo. ¿he dicho que el aeropuerto Changi es mi favorito?
Limpios y aseados embarcamos en el avión de Swiss, que nos llevó a Zurich y seguidamente a Ginebra dónde pasamos el día antes de regresar a casa de uno de los viajes que sin duda más ha significado para nosotros. Aunque tardaríamos un tiempo en darnos cuenta.
Cuánto color! Desde Little India hasta el templo budista, todo es bien colorido!
ResponderEliminarUn día bien completo sin lugar a dudas y buen final viendo la F1 en Singapur!
Un saludo!
Hola!
EliminarGracias por comentar. Teníamos que cansarnos para el vuelo, jejeje
La verdad, los barrios étnicos de Singapur nos sorprendieron mucho.
Saludos!
Cuanto color, que barbaridad... Me quedo con la del templo ;)
ResponderEliminarHola Arlene,
EliminarGracias por comentar.
Estaba todo muy bonito, no se si coincidió por ser la F1, pero estaba precioso.
Saludos!
Pero qué bonito recorrido! Cuantos colores y cuanta solemnidad en el Templo!
ResponderEliminarSaludos desde Nicaragua! :)
Tania, gracias por comentar.
EliminarMe alegra que te haya gustado y transmitido.
Saludos!
Menudo día bien aprovechado y qué bien poder ducharse en el aeropuerto después de un día de ajetreo para poder hacer el viaje de vuelta más limpitos. Me han encantado tus entradas, estoy deseando hacer este mismo viaje, a ver si puede ser algún día...
ResponderEliminarSaludos!
Gracias por tu comentario kiana.
EliminarSeguro que sí, ya verás como dentro de nada estas por tierras Indonesias.
Un abrazo!
Nunca he estado en Singapur, pero y encima ver la F1 sería lo más: la ciudad patas arriba, un ambiente genial… Dan ganas de ir ahora mismo :) Saludos
ResponderEliminarLa verdad es que había un ambiente que te contagiaba de emoción!!!!
EliminarUn saludote Míryam!
Que barbaridad de cosas visteis e hicisteis en un día!!Un recorrido muy chulo!
ResponderEliminarUn saludo!!
Intentamos aprovechar al máximo!
EliminarAunque Singapur da para mucho más.
Saludotes!
Singapur es una ciudad que nos gustó mucho!
ResponderEliminarMuy buenas fotos!!
Gracias chicos!
EliminarSingapur tiene mucho que ofrecer, aunque siempre está la pobre abandonada a las escalas.
Saludotes!
Singapur- un país colorido.
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