jueves, 2 de enero de 2014

Indonesia y Singapur 2013, parte II






9 Septiembre   De Java a Bali.

Me desperté apoyada en el hombro de mi compañera de furgoneta, habiámos llegado al puerto de Ketapatang para ir a Bali.  Oh! Bali

Trás pagar el trayecto 6.000 IDR sufrimos los 45 minutos de viaje. Si, sufrimos por que llevaban una televisión con una música infernal en la que un mono hacía "monerias"..... En fín...

Al llegar a oh! Bali fuimos a buscar la parada del minibús  hacia Denpasar, que está fuera del puerto cruzando la carretera. 50.000 IDR por barba en un destartalado minibús con todas las mochilas por el suelo, con taburetes en el pasillo...
El tío que recogía la pasta iba montando el tetris de los pasajeros y contaba una y otra vez sus rupias. Y cuando pensé, aqui ya no cabe nadie mas, todavía entraron cinco personas más. La expresión "Como sardinas en lata" nunca había tenido mas significado.

4 horas de viaje, hasta llegar a Denpasar. Ya no nos veíamos con ánimos de buscar los bemos o furgonetas que iban a Kuta, así que cogimos un taxi de los Blue Bird hasta el Quest Hotel Tuban, donde nos dimos una ¡Ducha! y fuimos como locos a buscar un ¡Mc Donalds!


10 Septiembre    Flores, Labuanbajo, kanawa.

Utilizamos el transfer gratuíto de nuestro hotel para llegar al aeropuerto, el vuelo a Labuanbajo salía temprano, pagamos las tasas de salida y en la cola para facturar conocimos a Javi y Eli dos viajeros catalanes con los compartimos vuelo y estancia en Kanawa.

El vuelo con Transnusa, a pesar de estar en la lista negra de aerolineas no recomendadas por la Unión Europea, fue tranquilo y no tuvimos ningún problema. Incluso nos dieron el desayuno que me devolvió la vida.

Al aterrizar en Labuanbajo , y esperando a que sacaran las mochilas, aquí no hay cintas ni nada por estilo, nos dimos cuenta de que habíamos viajado con un fiambre, si, si con un muerto. Joder...

Con Javi y Eli compartimos un taxi 50.000 IDR hasta la calle principal, Jalan Soerkano Hatta ,donde se encuentra la oficina de Kanawa. Aún faltaba para que nos llevaran a la Isla, así que nos fuimos a dar una vuelta.



Me hicieron falta 2 minutos para darme cuenta de que aqui, todo es muy simple, si un coche es un coche, osea, que anda y te lleva de un sitio a otro, pues ya está. No importa que sea rojo, nuevo, o bonito. Es un coche.
Había pescado en  el suelo de la calle, es comida, ya está.
 Los barcos son barcos, ya está.


La  gente lavaba la ropa en la puerta de sus casas y los niños nos perseguían para que les hiciéramos fotos y luego reirse a carcajadas cuando se la enseñábamos .


Había mucho despliege militar, próximamente recibirán la visita del presidente.
 Un gran barco prestando servicios médicos, por lo visto aquí no disponen de especialistas, y una gran cola para ser atendidos.

A lo largo del viaje he visto a mucha gente enferma de los ojos, es algo que me ha llamado la atención.

Todo el mundo nos sonreía y nos señalaban al cielo, los militares estaban haciendo parasailing.


 Llegó la hora de ir a Kanawa, y conocimos a 3 españoles más, todos juntos nos montamos en el barco para llegar a nuestra isla.

El paisaje, un montón de islas aterciopeladas, prometía. Ya tenía ganas de un poco de descanso.



Al bajar del barco y cruzar el muelle, comprobamos el agua cristalina y vimos un Baby shark. Vaya recibimiento!


Nos asignaron el bungalow en la parte derecha de la isla, básico pero con lo necesario. 


Kanawa es una pequeña isla en el Parque Nacional de Komodo, esta rodeada por corales y llena de vida submarina, nada más meter la cabeza en el agua.
 Cuenta con 14 bungalows con baño privado y ademas zona para acampar, también había una especie de palafitos, un colchón y mosquitera, a pie de la playa, los cuales eran muy baratos compartiendo baño. Los llamaban Balé.
No hay agua corriente ni luz, más que un par de horas a la noche.

Fuimos a reservar la excursión a Komodo para el día siguiente, queríamos hacerla todos los españoles juntos, cuantas más personas vayan en el tour, más barato sale.

Y ya nos dimos cuenta de la falta de organización que había en  la isla, uno decía que no, otro decía que sí, discutían entre ellos. Y nosotros parecía que estábamos viendo un partido de tenis, mirando a uno, mirando a otro.
Finalmente parecía que sí, pero tampoco nos quedaba muy claro.

Nos fuimos a dar una ducha, pero no había agua, a veces pasa, nos dijeron.
Así que me fuí a hacer un tour fotográfico por la isla con la luz del atardecer.







Avisé a Raúl para ver la puesta de sol en el muelle.


Y pegajosos, sin ducha, nos fuimos a cenar con nuestros nuevos amigos viajeros.


11 Septiembre   En busca del Dragón de Komodo                                                                        

Nos levantamos sin saber muy bien si iríamos a ver los dragones o no, pero cuando fuimos a desayunar vimos que había dos barcos en el muelle, y nos tranquilizamos un poco.
El desayuno es igual para todos, café o té, algo de fruta, pan y huevo.
Un consejo es que nada más llegar al comedor lo pidáis.

Empezamos a navegar hacia la isla de Komodo, la excursión incluía, la visita a los dragones y snorquel en diferentes puntos como la pink beach y el manta point. Nos volvieron a marear, primero komodo, no primero snorquel, bueno ahora lo veían según.

Tardamos 2 ó 3 ó 4 horas, no sé por que al rato de ver como culeaba el barco en los remolinos de las corrientes que había y pensar que como se hundiera, no saliámos de allí, me empecé a marear y pasé todo el camino mirándome los pies.
                                 

Llegamos a Komodo y por fín pisé tierra firme, pero llena de Dragones ¿ Serían más peligrosos que el barco?

Decidí no hacer el trekking, muy a mi pesar, pero estaba mareada y no quería retrasar a mis compañeros. Y tampoco me veía con fuerzas de salir corriendo en caso de que un dragón decidiera que fuera su comida.

Fueron muy amables los ranger, que me acompañaron a la cafetería, para que esperara a mis compañeros.
Mientras ellos iban en busca del dragón de Komodo, sin mucho éxito, por cierto, yo viví uno de los mejores momentos.
Sentada en la cafetería, escuché un ruido que me llamó la atención, era como un rascar de hojas, algo arrastrándose, y cuando giré la cabeza lo ví ¡ Era un enorme dragón de Komodo, a escasos 4 metros de mí!

Resulta que a los cinco minutos había visto uno, mientras ellos hacían el camino por la isla....

Los ranger me preguntaron si quería ver más, pero decidí quedarme donde estaba y que buena elección por que en ese momento empezaron a llegar estudiantes de todas partes de Indonesia, de todas las islas, estudiantes que el gobierno había seleccionado para enseñarles los atractivos turísticos de su país, algunos nunca habían salido de su isla, y nunca habían visto un occidental, así que me frieron a fotos, pero me encantó hablar con ellos. Un momento que recordaré siempre.

Cuando se fueron los estudiantes, me dejaron con una sonrisa y casi se me había pasado el mareo, cuando ví que había un montón de dragones que los ranger empujaban con un palo, para juntarlos a todos debajo de una cabra.


¿Peligroso yo? Mira que carita!


Justo llegaron mis compañeros, desanimados por que no habían visto más que una cría, pero los ranger se habían encargado de juntarlos a todos justo al final del camino.


Raro es que vieran a este pequeñín, ya que las crías viven subidas a los árboles hasta los 3 años, refugiándose de los dragones más grandes que no dudarián en usarlos como comida.


Es mi opinión personal, pero no me gustó nada como los empujaban  y los reunían debajo de una cabra. Un circo.

Aún así el dragón de Komodo, el lagarto más grande, legado de dinosaurios, protagonista de leyendas, terror de antiguos exploradores,  único en un par de islas , terriblemente amenazado por la accion humana, es un ser majestuoso. Huele la sangre a kilómetros,  cuidado las mujeres que visiten el parque con la menstruación. Aunque yo puedo asegurar que no me pasó nada...

 Un privilegio poder contemplarlos, eso seguro.


Volvimos al barco y no nos aseguraban el snorquel, había muchas corrientes.

El cielo cada vez mas negro, y cada vez mas olas y en mi cabeza resonaba "This is the end". Si, la de The Doors, menos mal que el viento se llevó ese amago de tormenta.

Llegamos a pink beach y los mas valientes se tiraron al agua, no fué mi caso.


Estos niños aparecieron, luchando con la corriente y me partieron el corazón, se arrimaron a nuestra barca para vendernos collares con conchas, pero no les compramos nada. En estos casos nunca sé que hacer, la verdad.
Nuestro guia les subió a bordo y compartimos la comida con ellos, que momento más amargo.


En el Manta point fué imposible parar el barco, pero de camino a Kanawa pararon en mitad del mar y nos dijeron que nos tiráramos y veriámos Mantas, yo las vi desde el barco y fué alucinante.

Por fín regresamos a Kanawa, reconozco que pasé miedo durante la excursión por el estado del barco y por que no tenía ningún tipo de radio o salvavidas. Y me alegraba de llegar sanos y salvos.
Cena y conversaciones viajeras, cada noche se unían a nosotros más españoles.


12 Septiembre  Último día en   Kanawa                                                                                                

La mañana de hoy la pasamos de relax, snorqueleando. En estos momentos es cuando me arrepiento de no tener cámara acuática, porque snorquelear en kanawa  es como pasear por el túnel de un acuario.  
La marea baja por las mañanas así que tienes los corales casi por la cintura.
Había unos peces súper graciosos que nos amenazaban, me explico, te miraban fijamente y avanzaban hacia nosotros rápido, como para asustarnos. Eran rosas con rayas blancas.

Hora de comer y dar la última vuelta a la isla, la comida en la isla no es que sea ninguna maravilla, simplemente es comida, sin más. A veces te la traen enseguida y a veces tardan una eternidad, cosas de Indonesia.

Los precios en la isla son muy económicos, y además  no tienes que andar con el dinero encima, cada vez que pides algo, lo apuntan a tu número de bungalow, y antes de irte, cancelas la cuenta.



A las 5 habíamos quedado para ir a ver el atarceder y los flying fox, todos los españoles. Como no, yo los había incitado a esta excursión, por que habia leído en los foros que era expectacular. No nos decepcionó.

Foto de Javi y Eli.

El barco de esta vez, era más grande y más estable, me sentía mucho más segura.

Tardamos poquito en llegar, y esperamos a que se pusiera el sol.


Cada tarde, cuando el sol se oculta, cientos de flying fox, salen volando de su isla para buscar alimentos, no os preocupéis, solo comen fruta.

Los flying fox. o zorros voladores, son murciélagos, pequeños vampiritos, bueno, en realidad es el mas grande de su especie, con ojos grandes y brillantes que a mi me resultan adorables.


 Todos subidos en lo alto del barco, el sol a punto de ponerse y máxima expectación...



 Creíamos que no iban a salir nunca, cuando empezaron a volar por el cielo, dejándonos un espectacúlo totalmente natural, en el que el hombre no interfiere para nada, lleno de magia.




 La última noche la pasamos sin ducha, se había vuelto a estropear el agua, y con todos nuestros amigos charlando ¿ A que no sabéis de qué? Sí, de viajes.

13 Septiembre    De Labuanbajo a Bali.

Abandonamos Kanawa en el transfer que ofrecen, íbamos un poco justos de tiempo para nuestro vuelo con Merpati, así que nada más llegar a la calle principal y ver que unos chicos con mochila estaban subiendo a una furgoneta, corrimos y nos montamos, por suerte había sitio para dos más. Nos costó 10.000 IDR los dos.

Vimos que había mucho jaleo y es que resulta que el presidente llegaba hoy a las isla, por lo que nos retuvieron unas horas en el aeropuerto hasta que pudo salir nuestro vuelo.

El vuelo con Merpati, resultó tranquilo a pesar de ser un avión de hélices y la compañia con peor reputación. Pero llegamos a Bali.

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14 comentarios:

  1. Indonesia está en mi primer puesto de la lista de sitios que quiero visitar algún día, así que no sabes como se me cae la baba al leer tus relatos y ver esas imágenes!! Lo que no tengo claro si visitaría es Komodo, me dan cierto reparo los lagartos y por lo que cuentas no me gustaría ver el circo que tienen montado los rangers empujándolos para que los turistas los podamos ver. En fin...

    Saludos!

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    1. Hola Ana, gracias por tu visita. Indonesia es increíble, uno de esos sitios en los que te cuesta creer que has estado.
      La verdad que ver los Komodo era imprescindible para nosotros, y bueno aunque fuera un poco artificial los vimos!
      Saludos!

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  2. Vaya aventuras!! Qué gracia que mientras tu estabas tomándote un café pudieras verlos y tus compañeros pegándose la paliza por la isla no lo consiguieran. Una lástima que al final sea todo un poco "circo".

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    1. Hola Verónica, gracias por tu visita.
      No me lo podía creer, al final hasta me alegré de haberme mareado...
      No sé, lo de que los atraigan con la cabra me dio mucha pena, esperábamos verlos en total libertad. Aún así son espectaculares! Menudos bichos!
      Un abrazo.

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  3. Holaaaa!!! Nos encantó poder compartir nuestra experiencia en Kanawa con vosotros :)
    Esperamos volver a coincidir algún día!! Muchos besos! Eli y Javi

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    1. Hola chicos! Que alegría! Para nosotros también, nos lo pasamos muy bien!
      Seguro, hicisteis que nos pícara el gusanillo de Nueva Zelanda y aunque este año no será andamos detrás de ello. Ya nos contaréis donde vais este año!
      Besazos!

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  4. Se ve genial, qué ganas de ir! Quiero recorrerla toda a finales de este año, sin coger aviones. Ojalá haya buenas conexiones en barco entre islas :)

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    1. Hola Universal traveler!
      No creo que tengas problema en recorrerlas en barco, pero tendrás que tener tiempo!!! Será increíble, seguro!
      Saludos

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  5. Ahora mismo me pongo a buscar vuelos para Labuanbajo! Me encarece tanto el viaje pero tengo tantas ganas de ir a Kanawa y Komodo... Qué envidia Iciar!!! Quiero vivir eso ya!!

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    1. Jajaja mira a ver en ticketindonesia.info a lo mejor no son tan caros y puedes verlos cara a cara.
      Ya me contarás,
      Abrazote!

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  6. Que relato!!!!!!!!!... y que suerte que pudiste ver a los dragones de Komodo :) tengo sentimientos encontrados con ellos... son animales salvajes que solo buscan su sustento, pero son muy voraces (si viste como se comieron la cabra entenderas de lo que hablo)... lo que si hay que tener en cuenta es que la saliva que tienen es super toxica de hecho asi es como matan a sus presas: las muerden y esperan a que se infecten, esten agonzando y es cuando les llegan todas a convertirla en festin (eso lo vi en National Geographic).

    Pero a pesar de todo, tienen una carita linda (solo hay que omitir la baba que les escurre hahah)

    Saluditos!

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    1. Olga, yo tenía más miedo antes de ir, pero te aseguro que no dan nada de miedo, están ahí los pobres tan bonachones y tranquilos.

      Pero no hay que subestimarlos, es verdad. Lo chungo es que si te muerden el antídoto lo tienes en Bali pero no en esa isla ¿?

      Conclusión: Ojito con ellos.

      Saludotes y gracias por comentar!

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  7. Cuanto más leo de estos países más ganas me entran de visitarlos. Me apunto lo de los barcos y el mareo para que Henar se vaya haciendo la idea... pobre se marea fácilmente :-(

    Vaya suerte tuviste con los dragones! Si es que a veces por mucho buscar... más vale esperar jejeje

    Un saludo!!

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    1. Hola!
      Gracias por comentar.

      Pobre Henar, es que se pasa fatal. Me dijeron que para que se pase el mareo lo mejor es tirarse al agua, pero no lo comprobé.

      Jejeje fue mi recompensa!

      Saludotes!

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